Por
arte de birlibirloque,
El
otro día gané
Un
buen montón de parné
en
una mesa de póquer.
Y
utilizo tal palabra
Por
parecerme curiosa
Aunque
sea más famosa
La
expresión abracadabra.
El
caso es que yo tenía
Cuatro
ases en la mano
¡Viva
el juego americano!
La
suerte me sonreía.
El
otro se echó un farol
Aun
cuando no tenía nada.
Yo
aproveché la jugada
Para
meterle un buen gol.
Y
así fue como conseguí
Que
el azar tan caprichoso
Se
volviese cariñoso
Para
conmigo, ¡por fin!
Y
ahora que tengo pasta
Guita,
parné o dinero
lo
puedo gastar si quiero
hasta
que yo diga basta.
Y
alguna cita a ciegas
Concertaré
con una bella
Hermosa
como una estrella
En
un hotel de las Vegas.
Luego
iré a las tragaperras
Meteré
algunas monedas
A
ver si mi suerte medra
¿Perderé?
¡Dios no lo quiera!
Y
aunque Dios es ser ubicuo
Y
también esta en los antros
No
creo que nombre santos
A
jugadores conspicuos.
Y
como Einstein nos dijo
Dios
no es jugador de dados
Porque
no es aficionado
A
los juegos dar cobijo.
|
Pues
es canción conocida
Que
el juego es aniquilante,
Y enfermedad
degradante
Llamada
ludopatía.
Y
como ludópata soy
No
abandono la partida
Y
ahora me juego la vida
En
la mano a la que voy.
Feliz
le busco acomodo
A
un póquer de ases que tengo.
Casi
de placer me vengo
Cuando otro apuesta todo.
Y
no tiene parangón
Mi
goce disimulado,
Pues
lo que ha apostado
Asciende
casi a un millón.
Por
fin descubro mis cartas
Con
cara de satisfacción
Mirando
en mi derredor
A
los demás que se apartan.
Pero
dice el jugador:
«Baja
de la nube hermano
Que
aun siendo buena tu mano
En
la mía hay un color»
Y
en ese preciso instante
Solo
una cosa quisiera:
Que
se me trague la tierra
Y
lo haga cuanto antes.
Y
fue ese infausto día
Cuando
por fin vi la luz.
Algo entró en mi testuz
Curando
mi ludopatía.
Por
fin aprendí la lección
De
que hay que ser tonto profundo
Para
en tan solo un segundo
Lograr
perder un millón.
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José M. Ramos. Pontevedra 2 de abril 2012
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