viernes, 13 de abril de 2012

El bautismo anticipado


Llueva, truene o caiga nieve,
Nunca dejaré de leer,
Con entusiasmo y placer,
Poetas del diecinueve.

Aunque no me lo creais
En mis manos el azar
Puso un curioso ejemplar
De un libro de Muruais.

De entrada ilusión no me hizo,
Porque el título pragmático
No me resultó simpático
Al tratarse de “O bautizo”.

Se encuentra en títulos cientos,
Entre cuentos y relatos
De múltiples literatos,
El sagrado sacramento.

Al comenzar su lectura
Ya me ganó de inmediato
Pues aquel era un buen plato
De excelsa literatura.

Nos contaba su versión,
En bellos versos rimados,
De un hecho que en el pasado
Era una superstición

De la Galicia profunda,
De la Galicia de “meigas”,
De “corredoiras”, de “veigas”,
De la hermosa y de la inmunda.

Era creencia que un mal
Mataba a la descendencia,
Con criminal insistencia,
De las mozas del rural.


Y para evitar tal daño
Se bautizaba en un puente
Al feto dentro del vientre
A la hora del “diaño”.

Cuando las doce sonaban
En el reloj de la villa,
Todo el mundo de rodillas
Del rito participaba.

La persona que oficiaba
Era un caminante al azar,
Que inocente al transitar
Por el puente atravesaba.

Y era obligación moral
Del individuo en cuestión,
Aun contraria su opinión,
Acceder al ritual

So pena de ser lanzado
Por la baranda del puente
Con peligro consiguiente
De que pereciese ahogado.

Así que sin dilación
A la mujer desvestían
Y agua bendita vertían
Sobre el vientre, en oración.

Y ya pasadas las penas,
Con agua bendita y todo,
Se buscaba un acomodo
Para disfrutar la cena

Que extraían de un gran cesto
Los asistentes al rito,
Que tras el cocido y frito
Al río echaban los restos.
 
José M. Ramos. Pontevedra, 13 abril 2012