I
Esta
es la sepultura
De
un pobre loco de atar
Y
que perdió su cordura
Intentando
demostrar
Del
círculo la cuadratura
II
Una
vida aciaga tuvo
El
matemático que yace aquí
Pues
no pudo descubrir
La
duplicación del cubo.
III
En
eterna procesión
Camina
esta alma perdida
Pues
encontrar pretendía
Del
ángulo la trisección.
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IV
Epitafio de Georges
Cantor
Aquí
yace un matemático
Que
el infinito estudió
Y
de poco le valió
Porque
acabó en un psiquiátrico.
V
Estudiando
un polinomio
El
que aquí está se afanó
Mas
de poco le valió
Pues
murió en un manicomio.
VI
Aquí
yace Don Joaquín
Que,
a base de calcular,
El
muy ingenuo quiso hallar
La
última cifra de pi.
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José M. Ramos. Pontevedra, 6 agosto 2011