viernes, 9 de marzo de 2012

Guy de Maupassant

¿Dónde nació, cómo y cuándo?
La respuesta a esta cuestión
es que Guy de Maupassant nació
en un castillo normando.

No se sabe con certeza
si fue hijo de adulterio [1],
aunque un biógrafo serio
no admite tal ligereza.

En mil ochocientos cincuenta
el viejo romanticismo
daba paso al realismo
sin una transición muy cruenta.

Sus padres eran burgueses
que acabaron separados
por motivos derivados
de distintos intereses.

Su madre al niño educó
y tan grande fue su empeño,
que logró cumplir su sueño
y a las letras lo entregó.

Fue Guy de Maupassant robusto,
enérgico y deportista,
la antítesis del artista
y tenía muy mal gusto.


De joven, sin despuntar,
intervenía en disputas,
frecuentaba prostitutas
y le encantaba remar.

Con una “rana” del Sena
un mal venéreo contrajo
que su alegría sustrajo
hundiéndolo en una gran pena.

La sífilis desembocó
en profundas depresiones,
migrañas, alucinaciones
y a las drogas recurrió.

Mientras tanto su talento
y en diez años de labor,
pese a todo su dolor,
produjo cientos de cuentos.

Y en novela probó suerte.
Bel Amí, Mont-Oriol,
también Nuestro corazón
o Fuerte como la muerte,

Una vida y Pedro y Juan.
Todas hermosas novelas
escritas bajo las velas
por mano de Maupassant.



Por mentor tuvo a Flaubert
que era un maestro exigente
y un conversador vehemente
del que Guy supo aprender.

Y no siendo ya un efebo
escribió su opera prima,
la que lo encumbró en la cima,
llamada Bola de sebo.

En ese cuento de guerra
hace un canto al patriotismo
propio del chovinismo
típico de su tierra.

E indemne en su cordura,
cuarenta años después,
su mente sufrió un revés
que lo sumió en la locura.

En hospital se encerró,
como en la cuadra las reses,
y tras dieciocho meses,
la muerte se lo llevó.

Y su fama trascendía
más allá de las fronteras
y era raro que no vieras
su obra en las librerías.

Y en España, Maupassant
tuvo una admiradora
y al tiempo una gran escritora,
Emilia Pardo Bazán.

Ella le llamaba Guido
y en ello se empecinaba
ya que Guy no le gustaba
pues le sonaba a jipido.

Y hoy sigue en el candelero
Porque en cuento universal
con argumento real,
Maupassant es el primero.


Guy de Maupassant (1850-1893)


José M. Ramos. Cádiz. julio 2011
[1] Algunos biógrafos sostienen que fue hijo de Gustave Flaubert.