sábado, 10 de marzo de 2012

Epitafios de profesores (y 3)


XXI
Aquí yace un profesor
Que más que al diablo temía
Que lo enterrasen un día
Al lado de un inspector.

XXII
El salón de gente VIP
Usaba el gran matemático.
Después de recibir el viático
descansa en la sala RIP.

XXIII
Aquí yace un profesor
Cuyo mayor y gran reto
Era que su alumnado
Aprendiera con agrado
Los huesos del esqueleto.
Ahora aquel gran docente
Se muestra a los estudiantes
Bastante más flaco que antes
En ataúd transparente.

XXIV
Aquí yace un profesor
Que no quiso jubilar
Y aún pretende enseñar
Al incauto enterrador
Que comprueba con mal fario
Como en este panteón
Surge una aparición
Prácticamente a diario
Que le explica una lección.

XXV
Aquí yace Don Manuel
que gusanos diseccionaba
y como venganza macabra
Los bichos lo comen a él.

XXVI
Aquí yace un profesor
Que lo era de francés
Y se curó de su estrés
Quand l’est arrivé la mort.

XXVII
Aquí yace un profesor
Que presidió un Tribunal
Con una injusticia tal
Que incluso prevaricó.
Cuando su hora llegó
Y tuvo que sacarse el velo
Ante el Tribunal del Cielo
El profesor suspendió.

XXVIII
El profesor antedicho
Daba clases de cocina.
Ahora es pura cecina
De seco que está en el nicho.


XXIX
Aquí un docente yace
Que al alumnado asustaba
Y cuando algo explicaba
Mas que hablar abría las fauces.

XXX
Del infierno en el preludio
se encuentra este profesor,
no por ser un inspector
sino un cruel Jefe de Estudios.




José M. Ramos. 2011