No
es autor con mucha venta
salvo
en círculos cerrados
de
fieles aficionados
a
los pulp[2] de los sesenta.
Pero
lo que nos regala,
con
una gran calidad,
es
su originalidad
de
la que su prosa hace gala.
Un
tema descabellado
es
su partida inicial
y
es maestro sin igual
del
final inesperado.
También
destacan sus cuentos
por
su extrema brevedad
donde
mucho han de contar
en
pocas líneas de texto.
Y
es una gran verdad
que
escribir condicionado
a
un espacio limitado
requiere
habilidad.
De
la risa hizo bandera
y
con mucha intensidad
nos
provoca hilaridad
con
prosa simple y ligera.
Con
acierto cultivó
la
novela policiaca
donde
también se destaca
su
sentido del humor.
Para
mí y sin pasión,
la
obra que sin dudar
es
divertida a rabiar
se
titula Martians, go home.
|
Que
al español traducido,
y
aunque no esté en el Espasa,
por
todo el mundo es sabido
que
es Marciano, vete a casa.
Luego
entre relatos cientos
es
difícil decir cual
es
superior o especial
al
resto de los otros cuentos.
Y
aunque fue llevado a escena,
lo
cual no será impedimento,
creo
que su mejor cuento
es
el titulado Arena.
Como
a muchos escritores
de
género popular
que
nunca llegan a triunfar
ni
que están entre los mejores
Es
muy fácil olvidarlo,
pero
a este en particular,
por
lo que me ha hecho gozar,
quisiera
reivindicarlo.
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[1] Fredric Brown (1906-1972). Escritor norteamericano famoso por sus cuentos cortos. Se dedicó en particular a la Ciencia Ficción y a la novela policiaca.
[2] Se denomina así a las revistas baratas publicadas en EEUU en
la década de los 50 y 60. Pulp
procede de pulpa, que denotaba la calidad del papel en el que estaban impresas.