Tiene
el cuerpo como un lienzo,
A
las agujas adicto,
Y
por mucho que medito
Lo
cierto es que no lo entiendo.
Para
pintar un buen cuadro
Hay
que hacerlo con pincel
Y
no utilizar la piel
Para
sentirse observado.
Y
me parece un ultraje
Del
cuerpo que Dios te ha dado,
Hacer
con él un retablo
Y
llenarlo de tatuajes.
Si
quieres llevar la palma
De
exposición ambulante
Solo
te digo: ¡¡Adelante!!
Y
tatúa incluso el alma.
Cuando
llegan los calores
Y
a la playa yo me voy
me
da la impresión que estoy
en
un museo de horrores.
Pues
para ver buenos cuadros
A
playas no debes ir,
Pasa
el verano a Madrid
Y
vete al Museo del Prado.
Además
que las figuras
Que
se pueden observar
Son
filigranas a hartar
O
la mayor parte basura.
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Y
aunque a mí no me cuadre
Para
demostrar su amor
Se
tatúan un corazón
Con
el lema “Amor de madre”.
Y
si no es el corazón
Optan
por algo más fiero
Como
si fueran guerreros
Como “Viva la legión”.
Lo
peor de esa costumbre
Tan
fea, aunque ancestral,
Es
la sensación visual
De
estar cubierto de mugre.
Y
el morir con esa pinta
Te
supone una ventaja:
Los
gusanos de la caja
Parece
que odian la tinta.
Y
entre la tinta y el susto
Que
tus tatuajes provocan,
Los
gusanos no te tocan
Y
así serás incorrupto.
Para
ti será un calvario
No
lucirte ya en la playa
Porque
en vez de una toalla
Te
acuestas sobre un sudario.
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