Circula la leyenda falsa
de que un guerrero troyano
entró el hombre muy ufano
por la ría en una balsa.
Fue este un absurdo intento
de dar lustre a Pontevedra.
Y eso es lo que quisieran
los que inventaron el cuento.
Fundó
Teucro valiente,
comienza la cantinela
de un hombre que viajó a vela
desde Grecia hacia el poniente.
Tras peligros acechando
y peripecias cien mil,
su periplo llegó a fin
en el islote de Tambo.
Cuando conocí este aserto
de héroes de mitología,
me pregunté quién sería
el que lo daba por cierto.
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Pero se explicó el negocio
al saber que unos señores,
de profesión sus labores,
se embriagaban con su ocio.
Y cual broma estudiantil
jugaron a historiadores
emulando a estafadores,
con ese cuento infantil.
Reunidos en cantinas
o en literarias tertulias
daban pábulo a su abulia
inventándose pamplinas.
Cuando en fachada de piedra
de la Casa Ayuntamiento
leas con detenimiento
“Teucro fundó Pontevedra”
Será una información vana,
porque esta ciudad fue pisada,
y tal vez civilizada,
por las legiones romanas.
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José M. Ramos. Pontevedra. 21 enero 2012